Dentro de Ecuador hay un lugar mágico, alucinante y lleno de adrenalina. Se trata del famoso Columpio del Fin del Mundo, esta gran atracción es no apta para personas que sufran de vértigo ya que tus pies volarán sobre un precipicio, tal vez uno de los más bellos que hemos visto, y si pierdes el miedo rápidamente podrás encontrar frente a ti al majestuoso volcán Tungurahua en todo su esplendor.
La Casa del Árbol y el par de columpios a los costados nos llevan a imaginarnos un lugar menos peligroso, pero es todo lo contrario, imagínense un volcán, un columpio, un precipicio, niebla y ustedes sin respiración.El Columpio del fin del mundo es literalmente un espacio en donde el abismo lo tenemos a nuestros pies, la adrenalina se apodera de nuestro estómago y el paisaje es tan alucinante que no sabes si los gritos son por el miedo o por la hermosura del lugar.
Esta atracción se encuentra ubicada a una hora de Baños, Ecuador a 2260 msnm, este es uno de los sitios más turísticos de todo el país, ya que es un privilegiado lugar con grandes atractivos que lo han hecho ser nombrado como «Un regalo para la tierra».La historia es más simple de lo que parece, el dueño del terreno construyó en 1996 una casa para observar el proceso eruptivo del volcán Tungurahua, tiempo después hicieron la casa a la orilla del precipicio y con un columpio colgado de las grandes ramas del árbol que también se encuentra al filo del abismo.
Carlos el propietario nos platico que al principio no había ningún tipo de seguridad y era completamente gratis, eso sí, estaba a disposición de todos una caja para cooperación voluntaria y así ayudar al mantenimiento del lugar; un día se canso de ver que cientos de turistas que hacían fila para tomarse la icónica foto le dejaban monedas del país de donde lo visitaban, siendo que en Ecuador se usa el dólar, y eran pocos los que realmente hacían una cooperación que valiera la pena. Después de esto comenzó a cobrar la módica cantidad de 1 usd… Eso sí, la casa la remodeló, puso un segundo columpio, les colocó arnés y cuerdas muy resistentes para proteger a todos aquellos intrépidos que se sueltan de la cuerda para sentir que está volando.
Subirse a este columpio es adrenalina pura, nosotros disfrutamos mucho este tipo de lugares pero eso no hizo que por lo menos yo gritara, que sintiera ñañaras y que realmente dejara el estómago en el extremo donde comencé el viaje. Afortunadamente yo viajo con un fotógrafo y él pudo capturar mi columpiada de la mejor manera posible.
Si por otro lado no te gustan estas aventuras extremas puedes únicamente subirte a la casa del árbol y disfrutar del mirador hacia el volcán, el valle y las montañas que rodean a Baños, la vista es única y se puede admirar el cráter que se encuentra a 2km en línea recta. Aparte, el lugar es perfecto para realizar un picnic con el grupo que te acompañe.
El lugar casi siempre está lleno y hay que hacer largas filas para esperar tu turno, pero nosotros tuvimos mucha suerte y cuando fuimos no había nadie, excepto un cantante regional que estaba grabando su videoclip ahí mismo.
[bs_icon name=»glyphicon glyphicon-road»] Cómo llegar: Desde Baños se tienen que ir hacia la carretera vía Puyo y después tomar la Vía a Runtun. El camino es muy sencillo y cualquier auto puede llegar, pasando el km 10 tendrás que seguir los letrero de la Casa del Árbol. Otra forma es irte en bus hay diferentes horarios: 6am, 11am, 2pm y 4pm, o puedes alquilar moto y te cuesta 15 dólares. Tiempo estimado de llegada: 30 minutos.
Un buen día podrás encontrar el lugar despejado, perfecto para la mejor foto y para admirar el volcán desde las alturas, hay algunos que tienen muchisima suerte y pueden ver hasta las erupciones. A nosotros nos tocó lleno de neblina pero igualmente lo disfrutamos muchísimo y las fotos son espectaculares.
Y además de divertirse también está la opción de aprender, ya que ahí mismo pueden contarte toda la historia sobre el volcán, el registro de las erupciones y muchos datos interesantes del Tungurahua que se encuentra activo desde 1999.
Como dato curioso el fotógrafo Sean Hacker Teper ganó un “Merit Prize Winner” en National Geographic cuando la foto de un hombre viendo hacia al volcán Tungurahua, mientras este hacia erupción el 1 de febrero de 2014. Esta foto se llama “End of the World”.