¿Qué hay detrás de esa foto donde salimos felices, donde el sol está en todo su esplendor; nosotros lucimos enamorados, con un brillo en los ojos y viviendo un momento precioso? Toda esta vida de viaje siempre tiene sus consecuencias, la mayoría positivas, y es que al momento de clickear «PUBLICAR FOTO» esta será el detonante en algunas personas para cuestionarse a sí mismas ¿Y si renunció a todo y me voy a viajar? Todo se lee perfecto, una pareja de enamorados viajando primero en un vochito y ahora en una combi por el mundo… Pero como todo en la vida, algunas veces las cosas no son como parecen. Y en esta ocasión vamos a hablar sobre la Asistencia para viajero.

Desde que comenzamos a viajar, nos han hecho muchas entrevistas, entre las preguntas más comunes están: ¿Cómo inicio el viaje?, ¿El carro se ha descompuesto? ¿De qué viven?, pero hay una que siempre llama la atención  ¿Y se han enfermado alguna vez durante un viaje? cuando respondemos con nuestra larga lista de dolencias y malos días, se quedan callados, es como si todo el castillo de sueños construidos se derrumbara y volvieran a la realidad para decir: Wow! Yo no podría estar lejos y sentirme así….

Y es que viajar no es nada diferente a la vida diaria, al contrario estás más expuesto a cientos o tal vez miles de situaciones que en un trabajo de oficina nunca te podrían pasar. ¿Cuál ha sido nuestro error? VIAJAR SIN SEGURO PARA VIAJERO. Desde que salimos de México mi seguro me dejo de cubrir, Gus jamás se preocupó por sacar uno y decidimos «cuidarnos solos» pero la verdad es que uno nunca sabe lo que pueda pasar a la vuelta de la esquina, y créanme estando lejos de casa todo se siente más fuerte, duele más y claramente todo  es más caro.

Han habido varias enfermedades, algunas que no vale la pena ni escribir… Pero hay otras que son las que te activan ese «Pepe grillo» de la cabeza para recordarte ¿Porqué no compraste una asistencia para viajero? cuando todo parece mejorar ese Pepe se vuelve a esconder y el viaje continúa, sin seguro, como si nada hubiera pasado.

Pero ¿qué es lo que te puede pasar estando de viaje entre selvas, montañas, frío, playa y un sin fin de nuevos ecosistemas que para tu cuerpo puede ser shockeante?
Otro de los grandes problemas son los cambios de clima en lugares muy húmedos, estamos seguros que eso le hace daño a cualquiera, y estando en Panamá el aire acondicionado daño seriamente mis pulmones, después de una tos crónica por 1 mes un día desperté con un dolor en el pecho que nunca antes había sentido, inmediatamente pensé: -Esto no es normal y corrí a un hospital, el diagnóstico fue: Tienes Bronconeumonía. Despertar empapada por la fiebre, no poder dormir bien por tanta tos, dolores de cabeza y congestión hicieron mi peor mes de todos. Eso sí, cada nueva pastilla, cada visita al doctor era demasiado costoso y al saber que NO TENÍA ASISTENCIA PARA VIAJERO y de todo lo tenía que pagar por doctores hacia que me doliera más la enfermedad! La misma Bronconeumonía se complico y me dio una Sinusitis crónica lo que derivó en que de un día para otro despertara con un dolor de frente y de todos los senos paranasales fortísimo. Y después de varios días de intentar controlarla y sucedió la única cosa que me ha hecho decir: ¡Dios, quiero regresarme a México!

Estas son solo algunas de las más graves, que como se pueden dar cuenta, no hay que ser un amante de las aventuras extremas para no correr riesgos, hemos tenido alergias, muchas pero muchísimas infecciones estomacales, amigdalitis y demás enfermedades que estando en tu país y en tu casa no se sienten tan fuertes como estando de viaje.

Todo esto es relativamente normal y es parte del viaje y de la vida, es un error pensar que si en México no me enfermaba, nada grave me iba a pasar en otro país. Son situaciones imposibles de predecir y que siempre existe la posibilidad de que sucedan. Pero todas nos dejan siempre enseñanzas, la de nosotros en la actualidad es la misma de hace 4 años: COMPRA UNA ASISTENCIA PARA VIAJERO.

¡SÍ! Eso mismo lo escribía acostada en una cama, con el dedo del pie roto, enyesada y cansada después de haber estado todo un día en un hospital público esperando mi turno….. ¡Si, arrepentida de no tener un seguro! luchando porque me tomaran una radiografía, porque tuve la suerte de romperme el dedo en fin de semana y casualmente el radiólogo descansaba, así que había que esperar al lunes y vivir con dolor en el pie acostada sin saber realmente qué había pasado.

Es por eso que decimos, no todo en las fotos es felicidad, detrás de esas sonrisas esta un dolor de panza, un pie que no se puede apoyar o un cansancio que nadie nota, pero que es parte de la vida diaria de un viajero o de un trabajador de oficina.

¿Y entonces después de tantas experiencias viajamos hasta Alaska sin seguro?

¡No! Nosotros sabíamos que en Latinoamérica hasta cierto punto los doctores, medicinas y demás oscilan en los mismo precios que en México, un poco más un poco menos. Pero al cruzar hacia el primer mundo, los precios se disparan de manera exorbitante. Simplemente un consulta con el doctor no baja de 300 dólares. ¿Estábamos dispuestos a pagar esas cantidades, ante cualquier eventualidad? Por supuesto que no.

Así que lo primero que hicimos cuando decidimos comenzar esta nueva ruta hacia el océano ártico fue buscar entre los cientos de opciones una asistencia de viajero que fuera de acuerdo al tipo de viaje que vamos a hacer y que las coberturas fueran las adecuadas a un precio accesible. Y, ¿adivinen qué? ¡Lo encontramos!

[bs_well size=»lg»]Razones por las que conviene contratar una asistencia para viajero