En toda nuestra estancia en Ecuador nos dedicamos a hablar muy bonito del país, hablamos de lo mucho que nos había gustado estar ahí, de los paisajes que nos dejaban con la boca abierta, de los imponentes volcanes que nos asombraban a cada paso, de la bella gente que conocimos, de las excelentes carreteras, de la costa Pacífica que es perfecta y muy soleada y claro también de la maravillosa comida.
Pero entre tanta cosa buena, hubo algo que a nosotros no nos gusto nada!
Ecuador comete una injusticia muy grande con los extranjeros, aunque bueno, sería mejor hablar de forma personal ya que como dicen en México, “Cada quien habla como le va en la feria”. Por lo tanto lo diremos así: Ecuador cometió una injusticia con nosotros.
¿Cómo es posible que se atrevan a dar únicamente 90 días AL AÑO para recorrer un país tan hermoso como el suyo? ¿Cómo poder conocer en tan poco tiempo el país más pequeño de Sudamérica pero el más grande en paisajes y en lugares por descubrir?Nos parece completamente injusto que nos limiten a tan poco tiempo para poder conocer tanta diversidad en un mismo lugar. Recorrimos más de 5,000 kilómetros yendo y viniendo de norte a sur, de este a oeste y que aun así nos falto mucho por explorar.Nos dio mucha tristeza saber que no podríamos regresar al hermoso Ecuador hasta dentro de un año, nos dolió mucho darnos cuenta que no íbamos a volver a probar el delicioso encebollado en un largo tiempo, ni mucho menos caminar por las calles de Quito que nos atrapo y nos dejó enamorados.En verdad no sabíamos que era posible pasar casi tres meses en un país y sentirlo tan nuestro. El día de hoy extrañamos caminar por todos los sitios de forma tan natural, y créanos que hasta llegamos a creer que eso solo hemos sentido en nuestro propio país.
Avanzábamos conociendo sin miedos, con confianza y felices, muy felices.
Esta de más decir que no nos queríamos ir, nos aferrábamos a la idea de obtener una extensión de visa, planeábamos ir a tantos lugares y cuando menos nos dimos cuenta la fecha de salida la teníamos muy cerca.
Nos fuimos en el día 89 y la señorita de la aduana nos despidió diciendo: «Solo les queda un día más en Ecuador, y solo puede volver hasta abril del 2016”, nos quedamos callados, recibimos el pasaporte y nos fuimos.Nos fuimos dolidos con Ecuador, nos fuimos enamorados de él, nos fuimos tristes por dejarlo, nos fuimos contentos por haberlo conocido, en fin, fue una salida llena de contrastes, esperando algún día regresar y volver a adentrarnos en la Amazonia para tomarnos un té de Guayusa, volver a la sierra y comer plátano verde en mil formas diferentes, estar en la costa y saborear ese delicioso encebollado que aún hace que se nos haga agua la boca.Ecuador nos dio mucho más de lo que imaginábamos, en especial nos dio a Vilca, y ese motivo es más que suficiente para llevarnos un pedacito de nuestro país favorito por siempre en nuestro corazón.Ecuador fue muy injusto con nosotros, los que nos enamoramos de su país y lo que sufrimos la despedida.
Ecuador nos dejó tan cautivados que no dudamos en regresar en cuanto tengamos otros 90 días de permiso el próximo año.mEcuador nos hizo felices, demasiado felices.
¡¡¡Mientras tanto el camino sigue y ya estamos en Perú!!!!!!
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Daniela
Chicos, una consulta, han podido entrar a parques nacionales en Ecuador con Vilca? (o sea, saben si se permite el ingreso con perritos??) Gracias, muy bello y útil su blog <3
Lester
Me dio sentimiento leer esta historia. Su despedida de Ecuador cuando la agente les dijo que tenían únicamente 1 día para estar en ese país. Y ustedes se quedaron callados….😪😪😪