Llegar a la mitad del mundo es un momento único para todos los viajeros, y no es solo por llegar al monumento y tomarte la foto imperdible, es más bien por el hecho de darte cuenta que te encuentras en la Latitud 0′ 0′ 0».
Llegar a este famoso monumento es muy fácil, la primer para es Quito y desde ahí es cuestión de tomar un par de buses para que nos dejen en la entrada de la Mitad del mundo.
El lugar nos marca la linea que divide el mundo del Norte y Sur, esa linea imaginaria llamada como el mismo país Ecuador. Para entrar al parque hay que pagar 2 dólares, el lugar es súper amplio y tiene museo y tiendas de souvenirs dentro.
El día que nosotros fuimos nos toco casi libre de turistas, pudimos tomar todas las fotos que quisimos y aprovechamos para tomar una representativa del vochito, el ha sido plaza clave para poder estar donde nos encontramos el día de hoy.
La realidad es que hay muchas historias sobre la real mitad del mundo, unos dicen que es justamente este monumento, otros dicen que a unos metros de allí y donde además esta construido un museo que asegura tener la verdadera mitad del mundo. Otros más nos dijeron que la línea del Ecuador se encuentra muy lejos de este monumento.
En el parque te invitan a realizar experimentos para demostrar que estamos en la Latitud 0′ 0′ 0» y uno de ellos es lograr parar un huevo sobre un clavo. Gus lo intento y lo logro, no pude evitar tomarle un foto por su gran logro… la foto quedo un poco extraña pero se aprecia lo que se hizo 🙂
Y tampoco podía faltar la foto de Gus en el Sur y yo en el Norte.
Y llegar aquí no es solo para fotografías y memoria, también queda plasmado en tu pasaporte, ellos te sellan haber pisado este punto del mundo.
El lugar es buenísimo y para cerrarlo con broche de oro salimos y Quito nos sorprendió con un Cotopaxi casi visible, en todo ese tiempo jamás lo habíamos visto así que comenzó el plan para ir a visitar ese imponente volcán.
