Venciendo a las montañas. Parte II
Por las noches el frío ni se siente, el miedo a pasar unos días congelantes se olvido. Estar un solo día en tan bello lugar era muy poco para el esfuerzo realizado, así que decidimos quedarnos un día extra para disfrutar cada rincón de Choquequirao.
Caminamos por la ciudadela principal, tomamos un rico café sentados frente a construcciones impresionantes, un atardecer desde los andenes de producción y observar el sector de las llamas desde un mirador, son unas de las pocas cosas que este lugar te ofrece.
Pareciera que estas lejos de todo el mundo, es más pareciera que estas solo, Vilca pasea, observa y se duerme, su valle la tenía feliz y realizada, corría en círculos, se detenía y dormía, alguna conexión con Choquequirao tenía que ella más nadie lo disfruto.
Llegar a Choquequirao no significa solo observar, llegar significa seguir caminando, se camina mucho dentro del complejo, se sube, se baja y se observa, las piernas no descansan pero no se resienten, ellas también disfrutan pisar suelo Inca.
Este hermoso lugar esta construido en la parte más difícil del cañón, el solo verlo nos hace suponer la complicada tarea y las muchas vidas que terminaron en el trabajo. En esta ciudad perdida los Incas se refugiaron en 1536 con la invasión de los españoles, la historia que debe de tener cada piedra, cada escalinata debe ser maravillosa.
Hay muchísimas personas que darían todo por llegar hasta este punto, las frena el camino y la complejidad del trekking, por un tiempo se manejo la idea de hacer un teleférico para un fácil accesos a los turistas, afortunadamente se freno esta idea y llegar sigue siendo algo de pocos.
Se cree que solo se ha decubierto un poco más del 45% del área arqueológica, si es difícil limpiarla imagínense construirla.
Desde arriba parece que puedes observar todo, de repente se despeja y de entre la neblina se asoma un letrero que te guía hacia el sector de las llamas.
El descenso es pronunciado, no quería ni imaginarme lo pesada que sería la subida al regresar, nos habían recomendado ver el atardecer desde el mirador de esta sección, sin dudarlo caminamos y bajamos hasta que tuvimos la impresionante panoramica de las llamas incrustadas en la pared.
Si no vienes con guía es difícil que puedas entender algo sobre el majestuoso lugar, nosotros tuvimos la fortuna de encontrarnos a un guía en el mirador y simplemente nos quedamos escuchando lo que le decía a la gente que si le había pagado.
Justo en la ladera que cae hacia el cañón del Apurimac hay 138 terrazas decoradas con llamas, las cuales están decoradas con figuras de llamas, hechas con piedras blancas, lo impresionante de esto es que no hay registro de algo similar en la cultura Inca. Se dice que ellos eran muy sencillos en sus decoraciones y jamás se había visto una decoración de ese tamaño.
Por las escaleras de esta ladera se baja unos 250 metros y justo en la base hay una figura humana que simula un pastor y se puede interpretar como que las llamas son el rebaño del pastor.
Y así pasamos un día entero, imaginando como habría sido la vida en tan maravilloso lugar, descubriendo en cada paso lo fascinante de un cultura tan grande como fue la Inca.
Sorprendiéndonos con ese atardecer que jamás habíamos contemplado.
Y admirando tremenda ciudad que aún tiene muchas incógnitas por resolver.
El segundo día en Choquequirao, lo disfrutamos en cada momento, por la noche al calor de la fogata hicimos una rica sopa y comenzó el descanso mental para la caminata de 2 días que nos esperaba.
El camino de regreso ya estaba visto y caminado, fue un poco más sencillo, pero eso no evito que la subida del caño hacia Capulliyoc nos agotara al extremo, nuestra Vilca no pudo más y su padre la tuvo cargar para continuar el paso veloz antes de que el sol nos consumiera más.
Esa última noche, la luna llena nos regalo una hermosa vista del Salkantay completamente despejado, para terminar la travesía y cerrar este camino que tanto costo pero tanto disfrutamos.
Este trekking fue de los últimos pasos que nuestra Vilca dio con nosotros, tal vez ella solo quería llegar a su valle, a Vilcabamba.
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cris
qué pasó con Vilcaaa???
Nomadarte
Hola Cris. ¡Aquí te paso el link con su historia https://www.nomadarte.com/blog/y-si-nunca-hubieramos-dicho-si/ es una historia triste pero muy bonita! Leela y nos cuentas qué te pareció!