«Es increíble que en Guatemala se produzca uno de los mejores cafés del mundo y se consuma lo peor, todo se va a Europa» nos decía Ángel mientras envueltos en una conversación a la que no sabíamos cómo llegamos reflexionábamos sobre la historia del café en Alta Verapaz. “Tenemos que cambiar eso, poco a poco…».

No hay casualidad, llegamos a Equinoccio gracias a la invitación que Ángel y Alya nos hicieron para conocer su lugar.

Después de la tradicional costumbre de perdernos entre las calles de Cobán llegamos. ¿Es aquí? La fachada no deja ver mucho, resguardada por rejas de seguridad y un timbre que se asoma. Un toque de misterio extra.

Nos esperaban. Bienvenidos muchachos!. Ángel, orgulloso guatemalteco de cabellera y barba larga nos recibía en el restaurante que construyo con su esposa.

El espacio en principio es un lobby con una barra y pocas mesas donde se sirven paninis que van desde los 25 quetzales. Ideales para desayunar o comer bien.

Un umbral a modo de escaleras nos lleva a la parte trasera del lugar, uno no se imagina que atrás hay un lugar tan amplio, con barra de cantina, mesas, pantalla para proyecciones y lo que más nos gustó el detalle de las paredes con balcones que envuelven el espacio para darnos la sensación de estar comiendo en una calle colonial típica de la Guatemala de antes.

Mientras mirábamos el lugar llego Ángel. «Antes de comer me gustaría contarles acerca del café en mi país».

Guatemala tiene una historia que lejos de ser un cuento de hadas y héroes está llena de explotación, abusos de poder, dictaduras militares y empobrecimiento. Una historia no muy diferente al resto de América Latina. La historia del café en Guatemala no escapa de esta dinámica.

Se podría decir que la región de Alta Verapaz fue una colonia alemana. Ahí los alemanes introdujeron el café y quitaron tierras a los indígenas con bandera de progreso y civilización. Los indígenas se convirtieron en esclavos de sus propias tierras. Cada finca fabricaba su propia moneda para mal pagar a los indígenas, moneda que sólo podían gastar ahí.

La plática se extendió, un tema muy complicado y que aún resulta doloroso para muchos y que otros pocos quisieran olvidar. Nos recomendó una serie de documentales que enlisto a continuación para conocer más al respecto.

 

Die Zivilisationsbringer (Uli Stelzner & Thomas Walther, 1997) – Los Civilizadores Alemanes en Guatemala

Devils Don’t Dream! (Andreas Hoessli, 1995)

La Isla: Archives of a Tragedy (Uli Stelzner, 2009)

Titular de Hoy Guatemala (Mikael Whalforss, 1983)

 

Nos a llamarón a la mesa, era momento de degustar las especialidades de la casa y de esas famosas Gambas al Ajillo hechas en casa. Como agradecimiento cada que llegaba un platillo le hacíamos su sesión fotográfica para que pudieran utilizarla. Así desfilaron ante nuestra cámara unas papas fritas con perejil y mantequilla.

 

 

La especialidad Cielo, Mar y Aire que son medallones de pollo, camarones en salsa de limón y gambas (chorizo) al ajillo con un toque de vino tinto.

 

La tradicional tortilla española con un toque guatemalteco acompañadas de ensalada.

 

Y finalmente el postre. Un banano (plátano) lampreado al estilo vietnamita acompañado con nieve de vainilla.

 

 

 

La comida estaba deliciosa, cada bocado nos sabía a gloria, el hambre se fue apagando y en su lugar llegaron los cafés tan esperados y una proyección en la pequeña sala de cine.

Alya y Ángel son excelentes anfitriones, su restaurant está en un punto estratégico de Cobán se especializa por las mañanas en paninis y ya para el almuerzo y la cena en tapas españolas. Se puede picar o botanear desde 25 quetzales o si se tiene pisto (dinero) con 125 quetzales puedes disfrutar de la especialidad de la casa. Un lugar al que entramos con hambre y salimos con nuevos amigos.

 

Si están interesados en ir les dejamos la ubicación. 1a. Av. 2-57 Zona 7. Residencial Imperial. Cobán, Alta Verapaz y los horarios Martes a Sábado de 10 am a 10 pm y los domingos de 12 am a 6 pm. Para nosotros el mejor restaurant de Cobán.

 

 

 

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